28 mayo 2010
Un Sir...
¿Cómo describir lo que viví ayer? Mmmm... solo podría decir PERFECTO.
Así es Paul McCartney, ni más ni menos. Desde que tengo memoria escuchaba a Los Beatles en mí casa ya que mí mamá es gran fan del grupo y según me cuenta, escuchaba todas sus canciones, tenia todos los discos y aunque se separaron cuando ella era casi adolescente, siempre sintió una afinidad muy peculiar con ellos, con su música pero sobre todo, con Paul McCartney.
"Es mi novio", siempre ha dicho, "Con sus canciones bailé tantas veces", "Tu no sabes lo que es para mí escuchar sus rolas y recordar tantas cosas de mí vida", "Nunca vinieron a México porque decían que los íbamos a matar"...
Así pasé parte de mí niñez, bailando "Love Me Do", "All My Lovin", "Help", "Obla Di Obla Da" entre muchas otras. Siempre me gustaron sus canciones y al igual que mí mamá, sentí esa conexión con su música. Graciosamente siempre que me sucedía algo, ya fuera triste, de enojo o algo feliz alguna canción aparecía y hasta la fecha me hacen sentir como en algún tipo de película con soundtrack integrado.
No se ni en que momento me enamoré de su música. Muchas personas dicen que son de flojera, que no son músicos realmente buenos y quien sabe que más. A mí solo me importa lo que mí corazón siente cada vez que pongo una canción de ellos.
Hace poco comencé a descubrir un poco más a Paul, o he de decir Sir Paul, y encontré ese otra cara de la moneda. No todo era Pop o música de plano muy fumada, Wings tiene ese toque de rock que me gusta y que tolero y así comencé a escuchar sus canciones. Poco a poco fueron apareciendo momentos los cuales pude sonorizar con esas nuevas melodías y enloquecí.
La muerte de mí abuela llego después, y la canción "Let It Be" marco mí vida. Recuerdo que ese día en el avión de regreso de Guatemala venía escuchándola y hablando con la Virgen de Guadalupe, pidiéndole que fuera lo que fuera, lo aceptaría y lo dejaría ser y así fue. Nunca olvidaré ese momento ni como me siento cada vez que escucho esa canción. Tuve que tatuármela para que no se me olvide.
"Hey Jude" me ayudó en la prepa, siempre me sentí como Jude jajajaja suena extraño pero así fue. No todo lo tengo que soportar sola, siempre había alguien que me quería ayudar y siempre me decía “Hey tu, don’t be afraid” jajaja.
"Blackbird" llegó en el momento de mí vida donde más la necesitaba. Terminé con el corazón roto y lo único que quería era volar por una ventana y sanar y ver que era libre y por fin podía ser feliz. Hoy lo llevo tatuado conmigo también, recordándome que lo único que necesitamos para ser felices es amor ("All you need is love").
Ayer, todas estas historias se saludaron en el mejor concierto de toda mí vida. El UP AND COMING TOUR de Paul McCartey vino a México. Sección Platino (junto a la consola), mí boleto anunciaba el numero 9 pero me senté en otro jaja junto al pasillo donde nada ni nadie me tapara ni un pelo. Lugar: Foro Sol, audiencia de más de 30,000 personas y yo solo tenia una cosa en mente: gritar hasta que me quedara sin alma.
Él, como siempre, perfecto en todos los sentidos. Sus ojos irradiaban amor, paz, felicidad, talento. Un Ex-Beatle de carne y hueso por fin! Venus and Mars / Rock Show dio inicio a éste viaje de emociones... Apenas escuche las primeras líneas de "All My Lovin" y ya no pude más, lloré como nunca, el corazón me latía tan de prisa que creí me iba a estallar; mí mamá y mí cuñado Oscar lloraban también, que sensación de felicidad tan grande! Mí hermana al fin comprendió lo que se siente verlo cantar, que se siente con su música, que sentimos las más de 30,000 almas que ahí estuvimos cantando con él por más de 2 horas y media y que no queríamos que terminara nunca. Oírlo hablar de John Lennon, George Harrison, Linda... que mas les tengo que decir?! Jajajaa. Ya no pude parar de llorar, fue mágico.
Nunca había sido fan de nada, nunca había llorado al ver a un artista, pero es inevitable no hacerlo cuando lo ves, cuando lo escuchas cantar, hablar, reír... Los Beatles son y serán siempre los máximos exponentes de la cultura Pop en el mundo, y yo, tuve el privilegio de ver a uno en vivo y a todo color.
Siempre recordaré ese día, esos tirantes rojos, esos tres conejos en un árbol, el ukulele, las luces encendiéndose y apagándose de todo el estadio, el color de la luna y que no lloviera porque como dicen algunos reporteros, el dios Tlaloc prefirió ver el show también.
Gracias vida, que regalo me has dado!
As the song says: "And in the end, the love you take is equal to the love you make"
Beatlemaniaca for ever!
Jimena
Suscribirse a:
Entradas (Atom)