Desde que nacemos conocemos el respeto.
El respeto por la vida, por nuestros padres, por el tiempo, por la ropa, por los animales, por el agua, por la comida... Conforme vamos creciendo vamos entendiendo el tipo de respeto que lleva cada uno de esos conceptos, pero pocas veces los aplicamos o cada quien los entiende como quiere ¿apoco no?.
Para mi, ha sido difícil vivir dentro de la norma. Muchas veces o casi siempre he sido de naturaleza rebelde; necia por decirlo de una forma más clara para que me entiendan, pero no significa que vaya en contra de la ley o algo así, para nada, más bien tengo la ideología de que las cosas que para unos son blancas, para otros puede ser verdes, amarillas, rosas y no negras, pero bueno, hubo alguien que un día dijo "así es" y pues "así es" y todos lo vemos blanco o negro.
En los últimos meses he aprendido en específico a sentir un respeto especial por mi salud, pero sobre todo por mi cuerpo. Llámenlo edad, moda o quererme ver bonita para mi novio, pero algo definitivamente ha cambiado en mi. 5 días de gimnasio y una alimentación a base de verduras es la prueba fehaciente de que algo estoy haciendo por mi y créanme, me cuesta muchísimo porque ¡amo la chatarra y los dulces!, sobre todo los chocolates en todas las presentaciones y colores en los que pueda existir, cada vez que me como uno, aunque sea una m&m algo muere en mi y eso no esta bien.
Desde el último detox que hice comencé a sentirme estancada ¿otra vez?... pues si, así es mi cuerpo y así funciona mi mente; simplemente no me ayuda mucho y por más que le diga "ESTAS BIEN" no lo quiere creer. Me veo mejor, eso sin duda, me queda mejor mi ropa y me siento de maravilla, pero la maldita báscula de porra me sigue haciendo jugadas. No es culpa ni de mi entrenador, ni de mi nutrióloga... ¡es mi culpa! por ser rebelde y por no respetar mi cuerpo ni las normas que he puesto para mi. Rompo la dieta cuando quiero, no duermo lo suficiente y no respeto lo más importante: el pacto que hice conmigo misma de estar mejor.
Pues bueno, aquí estoy de nuevo, retando a mi mente y a mi cuerpo. ¿Cómo lo voy a hacer esta vez? Con una maravilla de producto llamada ELIXIR DETOX.
Los descubrí porque mi hermana lo hizo hace algunos meses ¿se acuerdan que les conté? y decidí acercarme a ellos y ver la mejor opción para mi. Los jugos que yo me hice hace un mes estuvieron bien, me ayudaron a cambiar algunas cosas de mi, pero algo sigue atorado, que no quiere acabar de funcionar. La gente de Elixir sabe su chamba así que me decidí y empiezo el reto con ellos a partir del próximo Lunes.
Estoy decidida a llegar a mi peso ideal, pero sobre todo a respetarme a mi, por la capacidad que puedo de lograr las cosas y que mejor que ellos para ayudarme con esto. Tal vez lo que necesito es poner más énfasis en lo que me nutre y no en lo que me gusta (aunque de vez en cuando un gustito no está de más) pero es momento de querer estar bien, conmigo, con mi mente, en paz.
Voy a escribir día a día como me siento con Elixir Detox, el sabor de los jugos y sobre todo, como me ayuda a quererme y a respetarme más. Si alguien está interesado en hacerlo pero no se anima los invito a que me lean para que retro-alimentemos juntos y veamos dónde esta la falla, porque todos tenemos una, pequeña o grande, pero tenemos.
Gracias Gerardo y Lucia por acercarme a su marca! Pero sobre todo gracias por que me ayudarán a estar y ser mejor.
Les dejo la página para que los conozcan: https://www.elixirdetox.com/programas.
¿Quién se anima a ser mejor conmigo? ¡Empiezo el Lunes!
Jimena
