Se acerca el fin de año, y solo en estas fechas es cuando uno empieza a pensar en todas las cosas que se han logrado y las que aun no se han podido completar. Es el momento de la reflexión, de tratar de entender hacia donde vamos en la vida y hacia donde no queremos ir, pero la verdad es que nada de lo que pensamos realmente lo llevamos a cabo.

Diciembre es un mes lleno de melancolía para algunos y de esperanza para otros. Es el mes en el que podemos celebrar que un año de problemas se queda atrás, un año lleno de felicidad termina y continuará otro aun mejor, un año que quisiéramos olvidar o simplemente, un año más.

Más allá de lo que hagamos en estos dos meses que aun nos quedan, de lo que quisiéramos y lo que no, de reflexionar y de pedir deseos, es un año más de vida, que disfrutamos al lado de los que nos quieren, de lograr metas y de perder unas batallas, de risas, de lagrimas, de viajes, de sabores...

Un año para aprender a crecer y lo más importante, de aprender a CREER que disfrutar la vida es lo único verdaderamente importante.

Jimena