Como la típica tarde lluviosa en la ciudad de México que no se deja esperar... en un viernes casi como cualquier otro me encuentro en la oficina a las 8:00 PM, escuchando esas canciones viejitas que siempre me gustan en mi ipod, y que siempre son taaan adecuadas para este tipo de día.
En el Messenger una platica divertida con alguien a quien estoy conociendo y parece como la dimensión desconocida en el momento en que descubro que hay miles de cosas que nos pasan casi al mismo tiempo, casi como su fuera una broma del destino y me hace reír, como hace mucho no lo hacia.
Durante el cambio de mi habitación llegue a encontrar muchas cosas que daba por perdidas y otras que tal vez hubiera preferido mantener en el anonimato. Algunas de ellas las conservo con la fiel promesa de "utilizarlas" o pensando en que "son un lindo recuerdo"... otras de plano pienso que no vale la pena y las tiro como si nunca hubieran significado nada en mi vida, porque estoy viviendo otra etapa o porque simplemente no me hacen ningún cambio el tenerlas o no. En una caja me encuentro aquello que tanto me ha hecho feliz, mi monologo, que a pesar de que se encuentra escrito en un pedazo de hoja común y corriente lo veo y me alegro como si fuera un pergamino con orilla de mas de 24 quilates, un tesoro maravilloso que en verdad me hace tan pero tan feliz. Los recuerdos que tengo de cada una de las palabras que ese monologo significan no caben en mi cabeza y me hacen sonreír nuevamente con el nervio de poder presentarlo no una, si no muchas veces mas. Fotos que rompo y tiro sin siquiera prestar atención, cartas de amistades, boletos de conciertos a los que asistí, tickets de lugares que visite que se vuelven imposibles de leer debido al paso de los años en la tinta que ya no se distingue.
Nada de lo que ahí vi me hizo ser mejor o peor, mas feliz o mas triste, han pasado muchos años en verdad, pero parece como si hubiera sido ayer cuando guarde las cosas buenas que ahí encontré.
Finalmente, me encuentro escribiendo estas líneas, pensando en que creo que me he convertido un poco madura pero finalmente me aferro a la idea de seguir siendo aquella niña que le gustaba jugar con sus muñecas, salir en bicicleta con sus amigos por la tarde sin un celular que sonara cada 10 minutos... aquella que le gustaba mojarse bajo la lluvia y se enfermaba pero era un triunfo para no ir a la escuela. Me quedo en la idea de aquellas tardes soleadas en las que un abrazo lo era todo, no había ni preocupaciones, ni necesidades... las cosas sencillas eran las mejores y las escondidillas era lo mas arriesgado y complicado por hacer en el día, encontrar aquel magnifico escondite que te hacia el invencible y todos te envidiaban. Hoy, que aunque sigo siendo quien soy, me doy cuenta que he cambiado, que todo esto que siento quiero compartirlo con ese ser especial, que se que esta ahí... que quiero gritar de alegría de pensar en lo afortunada que soy de tener tanto y no tener nada... de seguir siendo quien siempre he querido a pesar de que el camino me ha enviado a callejones al parecer sin salida. Ser romántica con la vida, no volverme fría como todos los seres humanos detrás de una computadora refugiados en los myspaces, facebooks, hi5's, pensando que es el mejor medio de relacionarse... sigo siendo la típica cursi con ganas de escribir cartas, tomar un café con los amigos, abrazar a alguien y sentir ese "apretoncito" que te hace estremecer... quiero seguir siendo lo que siempre hemos sido... seres humanos con capacidades y no unas maquinas que en esta tarde de lluvia apuesto a que están remilgando del "no me quiero mojar" jajajaja.
Preocupada de que las cosas no son como uno siempre quiere, feliz de saber que puedo descubrir mis molestias sin necesidades de enojarme... y sobre todo ilusionada de que pronto será mi cumpleaños y que mejor regalo que hacer ese maravilloso acto de 15 minutos en que me siento la reina de cualquier teatro de offbrodway, londres, parís o tlatelolco. Sin un pago de entrada, pero el mejor incentivo del aplauso y la risa de aquellos ingenuos que no tienen ni idea de lo que están por presenciar... no soy yo, soy Loreta, la que hace que se me enchine la piel y me ría por dentro al decir cada una de las palabras que ella piensa... ser lo que quiero ser, el día de hoy o mañana, se esta convirtiendo en una realidad...
Jimena M....